Que encagarle a un arquitecto

La gente normal como nosotros, nos parece un arquitecto alguien inalcanzable, fuera de nuestras posibilidades. Pues para nada son profesionales que precisan de personas como nosotros, que tengamos que hacer cosas para llevar a buen puerto su trabajo y su subsistencia.

Lógicamente hay que medir el que y el cuando, para llevar un paquete vale con una furgoneta, incluso unos cuantos; para llevar un paquetón hace falta un camión y dependiendo de su volumen y peso, mas grande o mas pequeño.

Pues eso pasa con los arquitectos, la furgoneta la conduce un hombre y el camión otro con mas capacidades.

Para la reforma de un comercio, lo mejor es un arquitecto, no ya por los proyectos, que también, sino por su pericia en los acabados y su toque mas personal. Si el se compromete solo al proyecto, puede valerle cualquiera, pero si se compromete con la obra, será el mejor director de obra y el que a la larga mas barato salga. Lo mismo sucede para otros negocios, como hostelería, clínicas, farmacias, etc.

Hay que tener muy claro el que queremos y cual es nuestro presupuesto, con esos dos parámetros dejemosle que nos presente su idea y su proyecto y si nos interesa, después animenlo a llevarlo hasta el final.

Si se trata de la construcción de una vivienda nueva, sin duda a un arquitecto, al cual se le haga responsable de la habitabilidad de la misma. No es bueno el ir picoteando gremios y chapuzas para ahorrar un dinero, que al final saldrá siempre mas caro y el resultado mucho peor.

Aseguren su inversión y no tendrán problema alguno, para ello esta Reformadvisor.

Si lo que tenemos que reformar es una vivienda completa, un arquitecto es una muy buena opción, pues desde el proyecto hasta la entrega de llaves el responsable es uno, el arquitecto.

Les sorprenderá que su precio final, no es mucho mas caro, que haciéndolo por parcelas, asusta que te lo den todo de golpe, pero hay que ser frío y valorar los pros y los contras y después tomas la mejor decisión.

Les aconsejo a que se pongan en las mejores manos que estén a su alcance, bien es su negocio o bien es su hogar y el de los suyos. No desprecien a los arquitectos por altanería, pues se equivocaran.